Dicen que la ropa refleja el estado interno de una persona. Es cierto.

Con la ayuda de la imagen externa, enviamos un determinado mensaje al mundo. Sin usar palabras, comunicamos cómo nos sentimos y lo que pensamos de nosotros mismos.

Por lo tanto, es posible ir en la dirección opuesta: influir en tu estado interno con la ayuda de un atuendo.

Saca todo lo que tienes en tu armario. O mejor aún – ve a una tienda. Pruébate todo lo que, en tu opinión, llevaría una persona segura de sí misma. No hace falta que compres nada. Sólo pruébate las cosas y mira cómo te quedan.

Cuando te pruebes algo nuevo, no te mires sólo en el espejo, sino también observa tu estado interno. ¿Qué ocurre ahí? ¿Está cambiando? ¿Qué pasa contigo? ¿Qué sentimientos experimentas? 

Si algo te llama la atención – cómpralo, por supuesto, y utilízalo como parte de tu vestuario diario. 

¡Nos vemos mañana!

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