Mi ser querido tiene una adicción. ¿Es mi culpa?

Una guía paso a paso para aquellos que quieren ofrecer su ayuda. Parte 2

La dependencia nunca aparece sola… trae a su familiar, la codependencia. Es por eso que hoy, al buscar soluciones para el problema, cambiaremos el foco de la persona que te preocupa hacia… ti. 

Sí, sabemos que es la persona que amas la que está tomando (consumiendo drogas, apostando, no cuidando de su salud, trabajando día y noche, etc.). Pero la persona que permite todo eso siempre está en el mismo sistema de coordenadas que el adicto, no fuera de él.

Es probable que ya hayas intentado todos los enfoques posibles. Es probable que ya hayas creado una situación en la que existan distintos elementos: un intento por apelar a la consciencia, peleas, ultimátum, culpa, lágrimas, promesas, promesas rotas, etc. Cada nueva conversación Avanza siguiendo el patrón ya conocido, pero con mínimas variaciones. 

La persona que comienza la conversación se encuentra dentro de la situación de adicción, no por fuera. Puedes sentir que te encuentras una y otra vez en el mismo camino, y que nada cambia. 

¿Por qué sucede eso? ¡Realmente estás intentando cambiar las cosas!

En un sentido más amplio, la codependencia es una situación patológica en la vida de otra persona. Puede que estés completamente enfocado en ellos y dependes de sus comportamientos y acciones. 

Una persona codependiente está en una relación con personas que tienen cualquier tipo de adicción. Mientras intentan tratar las dificultades de una pareja (hija, hijo, hermano, hermana, pariente), la persona no se da cuenta de cómo se están desarrollando los comportamientos (patrones) ineficaces.

En la mayoría de los casos, las personas codependientes adoptan el rol de los rescatistas, intentando arrastrar a sus seres amados fuera del pantano, incluso en contra de su propia voluntad. Hay una necesidad por controlar el comportamiento de la persona amada porque la persona codependiente está segura de ser la única que puede frenar la situación.  

Los codependientes tienen un sentido enorme de la culpa y el deber. Se sienten responsables por los demás, por sus comportamientos, éxitos, y fallas. Muchas veces se colocan en posiciones sacrificiales (“Esta es mi cruz”, “Tengo que cargar con ella”, “Voy a dejar de mi vida de lado para salvarlo/a”) o en posiciones de rescate (“¡Debo hacer que vuelva a ser normal!”, “Mi tarea es sacarlo/a de esta trampa cueste lo que cueste”). 

Puedes probarte para conocer el grado de codependencia a través de estas preguntas:  

  • ¿Sueles resolver los problemas de tu pareja/familiar dependiente? 
  • ¿Sientes la necesidad de controlar a tu familiar dependiente 8su comportamiento y acciones)? 
  • ¿Te sientes responsable por su humor/condición/salud? 
  • ¿Sientes que si no te involucras, no ayudas, entonces podría ocurrir algo malo, y todo será terrible? 
  • No tienes contacto con tus deseos  (“No sé lo que quiero”, “Quiero que él/ella comience/deje de…”, “No quiero nada”).
  • ¿Sueles repetir la palabra “debo” internamente o en voz alta?

Si la respuesta es “sí” a más de dos preguntas, el problema de la codependencia está presente en tu vida. Si se repitió más de cuatro veces, entonces necesitas hacer algo al respecto urgentemente. 


De hecho, la codependencia, al igual que la adicción, va borrando gradualmente los rasgos originales de la personalidad de la persona. La persona deja de vivir por sí misma, por sus propios intereses. No sabe quién es por fuera de la relación con el adicto.  

¿Por qué estamos hablando tanto sobre ti y tu codependencia? Es simple. Cuando cambies tu comportamiento, adoptes una posición distinta y comiences a acercarte a la persona desde tu parte independiente, las posibilidades de que el resultado de la conversación sea positivo aumentarán altamente. 

Hoy continuaremos con tu preparación para que puedas tener una conversación con la persona que amas sobre su problema. Esto es lo que necesitas:

  • Recuerda lo que ya has intentado anteriormente y no ha funcionado (gritos, malos tratos, culpas, etc.). Intenta no caer en el mismo bache (el mismo patrón de siempre). 
  • Deja de lado el rol del rescatista eterno e ingresa al rol de compañero, de igual a igual: no estás “salvando” a nadie, estás intentando resolver un problema, juntos. 
  • No pienses que el resultado de la conversación depende únicamente de ti. Si piensas eso estarás decepcionado si el resultado no es el que tú imaginas. Intenta adoptar la perspectiva de que estás haciendo lo mejor para resolver el problema. 
  • Sí, ya has intentado muchas cosas que no han funcionado. Puede ser que esta vez tampoco funcione. Para ahorrarte tiempo y cuidarte, piensa en nuevas formas de abordar la situación. 

Nuestro objetivo es reducir el riesgo de caer en una situación negativa habitual y aumentar la probabilidad de que se produzca el diálogo, de que seas oído, y de que sea posible crear una plan para resolver el problema de la adicción junto con la persona que quieres. 

Continuaremos con nuestra conversación durante el próximo artículo.


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