En este artículo, hablaremos sobre lo que sucede en las primeras etapas del duelo y cómo ayudarse a sí mismo durante estas etapas.
El duelo es una respuesta natural a cualquier pérdida o cambio. Es un esfuerzo a través del cual las personas deben adaptar su mundo interior a una realidad alterada. Ellos no deseaban este cambio. Quieren que todo siga como antes. Pero no hay salida: la vida no proporcionó una opción. Es lo que es, y tienen que aceptarlo.
Hacer frente a la muerte de un ser querido es un proceso largo y complejo. Comienza desde el momento en que una persona se entera de su pérdida.
Lo primero que experimenta la persona es conmoción y entumecimiento. El impacto es tan fuerte que una persona no es capaz de “digerir” la noticia y simplemente se queda “petrificada”. “Esto no puede ser. ¡No es cierto!”, es el primer pensamiento que le viene a una persona que acaba de enterarse de la terrible noticia. Esta incredulidad puede tomar formas muy diferentes: desde una calma inapropiada o incluso indiferencia hasta la histeria.
La negación es un mecanismo de defensa que mantiene la ilusión de que el mundo cambiará como queremos, o no cambiará en absoluto si no estamos de acuerdo con ello.
¿Cómo puedes ayudarte a ti mismo? Dite a ti mismo y en voz alta que esto sucedió. Realmente sucedió. Él murió. Ella se fue. Has perdido a tu hijo. Cuanto antes seas consciente del hecho, más rápidamente se producirá la transición a la siguiente etapa y tu capacidad de sentir volverá. Te dolerá, pero debes hacerlo.
Entonces te cubrirá una nube negra de dolor y sufrimiento. El duelo te envuelve entero porque la anestesia protectora ya no funciona. Los pensamientos intensos se agitan en el mismo círculo: la desesperación y la sensación de que estás solo en todo este estúpido mundo, e impotencia… Porque sabes que no puedes cambiar nada, pero la realidad es insoportable. Llegan la culpa, el miedo, la ira y la ansiedad, y todo este cóctel burbujea por dentro, haciendo que cada día sea sombrío y lento… Puede que experimentes una distancia emocional de otras personas, como si un muro te separara de ellas. Esto sucede porque te enfocas demasiado dentro de ti, y el resto de las personas quedan afuera.
¿Cómo ayudarte a ti mismo? Habla, debes hacerlo. Esta es la recomendación más importante. Por favor, no te encierres. Seguramente hay personas a tu alrededor que están listas para escucharte, ver fotos antiguas y recordar contigo. Encuentra personas que no te interrumpan diciendo: “Es suficiente, no pienses más en eso, deja de llorar”, sino que escuchen en silencio, sonrían ante las historias graciosas, se entristezcan contigo por las historias tristes y hagan preguntas. Esto es lo que necesitas ahora mismo.
Si sientes que el sufrimiento te está consumiendo y no puedes hacerle frente, asegúrate de buscar ayuda de un especialista.
Así comienza el proceso de experimentar el duelo. Estos son los primeros pasos para aceptar lo que pasó y el hecho de que la vida continúa. Lo peor que puedes hacer es encerrarse en ti mismo y tratar de ignorar el dolor, enterrarlo en el fondo de tu mente. Si haces eso, te socavará desde adentro y ocasionalmente estallarás.
El proceso de experimentar la pérdida es de gran importancia. No puedes huir de eso. El trabajo del duelo debe completarse, y para ello, la persona de duelo debe resolver varias tareas importantes:
○ Reconocer el hecho y las circunstancias de la pérdida.
○ Experimentar el dolor de la pérdida y todos los sentimientos complejos que la acompañan.
Solo después de eso, será posible establecer gradualmente una relación con el entorno en el que ocurrió la pérdida, construir una nueva actitud hacia el hecho de la pérdida y… continuar viviendo.
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