Las emociones desaparecieron

Sucedió – algo horrible, traumático, insoportable…

Ahora, lentamente, tu vida parece estar estabilizándose, volviendo a un ritmo normal, pero las emociones han desaparecido en alguna parte, como si nunca hubieran existido. ¡Recuerda que antes no era así! No puedes sentir felicidad, no puedes sentir tristeza. Pasas tu día como un robot siguiendo las palabras “debería” y “tengo que”. Sientes apatía crónica y parece que tu vida se prolonga lentamente, sin emoción.

“No siento nada”, dice la gente en tales casos. “No hay emociones, todo es gris y aburrido”.

Entonces, ¿qué pasó?

La psique humana activa los mecanismos de defensa cuando siente que la persona no puede hacer frente a las dificultades. Cuando hay demasiadas emociones negativas, puede apagarlas por completo, como un electricista apaga el interruptor principal antes de comenzar las reparaciones. El problema es que este “interruptor” es uno solo para todas las emociones. Es imposible apagar las “malas” y dejar las “buenas”. El interruptor “apaga” todas las emociones a la vez.

El objetivo principal de este mecanismo de protección es garantizar que el sistema nervioso no se sobrecargue. En tiempos difíciles, una persona tiene una sola tarea: sobrevivir, y para esto, basta con hacer lo mínimo. La persona necesita realizar funciones básicas: comer, beber y dormir. Pero las emociones y los sentimientos son fenómenos de un orden superior.

Si sientes que el lugar donde solías tener alegría, sorpresa, enojo, tristeza o deleite está vacío, esto significa que tu psique está en un modo de ahorro de energía. Es su forma de protegerte.


Pero si la crisis ya pasó, pero tus emociones no regresan, significa que se “olvidaron” de cómo funcionar. Algo similar sucede con los ovarios femeninos cuando una mujer toma anticonceptivos orales durante mucho tiempo.

Entonces debes tomar medidas para comenzar no solo a sobrevivir, sino a VIVIR al máximo, porque la vida sin emociones es muy gris y aburrida…

¿Qué hacer? ¿Cómo recuperar las emociones?

1. Si esta condición dura más de dos meses, tienes que consultar a un especialista (psiquiatra o médico psicoterapeuta) para descartar depresión. Ellos evaluarán tu estado mental y decidirán si es necesario un tratamiento médico (antidepresivos, adaptógenos, etc.).

2. Asegúrate de cuidar tus necesidades corporales: dormir y comer. Puede sonar trivial, pero es importante tener una rutina diaria estable y una nutrición adecuada. No subestimes la conexión entre el cuerpo y la mente: están estrechamente interrelacionados.

3. Comienza a llevar un diario de emociones. Todas las noches, escribe una lista de todas las emociones que notaste durante el día, incluso si solo fueron simples insinuaciones.

Gradualmente, tu rango de emociones se expandirá. Notarás esto porque este diario te ayuda a concentrarte en tu mundo emocional.

Si esto no ayuda, deberías contactar a un psicólogo. Ellos te ayudarán a “despertar” todos los sentimientos bloqueados.


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