La Codependencia como Fenómeno Neurobiológico

Te presentamos a Kylie y Spencer. Son codependientes.

Spencer suele ser grosero con Kylie. Si está de mal humor o algo no es de su agrado, fácilmente puede gritarle, regañarla, insultarla. Incluso puede amenazar con dejarla. Normalmente, se disculpa más tarde. Le dice a Kylie que la ama y le dice que nunca más volverá a suceder. 

Sin embargo, esto sucede repetidamente. 

Lo lógico es preguntarse por qué Kylie aguanta esto. ¿Por qué no lo deja? 

Ahora llegamos a la parte interesante. Nuestra historia tiene otro elemento importante: el cerebro de Kylie. 

Examinemos su funcionamiento en ciertas etapas de un círculo cerrado.

Etapa Uno

Cada vez que Spencer se enfada y empieza a actuar de manera conflictiva hacia Kylie, o le da un tratamiento silencioso, el cerebro de Kylie lo percibe como una amenaza que envía una señal a sus glándulas suprarrenales. Sus glándulas suprarrenales, a su vez, comienzan a producir cortisol, que es una hormona del estrés.

Kylie se pone ansiosa y llena de pánico.

Etapa Dos

Cada vez que Spencer se disculpa, expresa remordimiento y arrepentimiento, le pide perdón a Kylie, le jura su amor eterno, promete cambiar y actúa con amor y cariño. Entonces,  su cerebro, su hipotálamo para ser exactos, comienza a producir oxitocina, que es una hormona del amor. Se asocia con la confianza, la excitación sexual y la construcción de relaciones.


¡Kylie se siente feliz, luminosa y enamorada nuevamente!

Por lo tanto, Kylie se entrelaza en un esquema simple, pero bastante insalubre e incluso dañino: cuanto más duro es el abuso, más eufórica es la felicidad posterior. 

Como resultado, Kylie se vuelve muy dependiente de Spencer con sus patrones de comportamiento. Ella anhela su atención y aprobación. 

La escena se repite una y otra vez. Kylie se vuelve insensible al comportamiento hostil o enérgico de Spencer. Ella ahora es insensible a sus palabras despectivas. A ella no le importa si él grita, ni se molesta si él comienza sus actos de silencio malhumorado. 

Una vez más, así es como funciona su cerebro. 

Reacciona al estrés con su glándula pituitaria produciendo opioides endógenos. Son péptidos que sirven como hormonas que, entre otras cosas, proporcionan el tipo de alivio del dolor que conduce al refuerzo negativo y evoca sentimientos agradables en los humanos, lo que reduce la magnitud de la respuesta emocional.


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