Cómo defenderte de la manipulación

Muchas veces escribimos sobre la manipulación porque sabemos cuán vulnerable se siente una persona al ser el objetivo de la estrategia manipuladora de otro. Es probable que este estado pueda compararse con el estado de un insecto al ser atrapado por una telaraña – entienden que han sido atrapados, pero cuanto más intentan desprenderse y librarse, más se enredan dentro de la tela de araña.

La manipulación es el intento de controlar el comportamiento de otra persona, contra su propia voluntad. De hecho, la persona que está siendo manipulada no es completamente humana para el manipulador, sino un objeto inanimado necesario para alcanzar sus propios objetivos.

Esto no suena muy bien, ¿cierto? Aprendamos a rechazar la manipulación.

Método 1. Llevar claridad a la situación.

El manipulador actúa silenciosamente y no está listo para que sus acciones sean denunciadas y sus intenciones “reveladas”. Si llamas su atención, el manipulador puede confundirse y le resultará difícil seguir adelante según lo planeado.

“¿Lo único que querías era lastimarme diciéndome eso?”

“Dime, honestamente, ¿qué buscas conseguir?”

“Parece que quieres comenzar una pelea, ¿cierto?”

Método 2. Tómate un tiempo de espera.

El manipulador generalmente intentará que tú acuerdes sin darte demasiado tiempo para pensar en la situación. Establece la regla de no responder de inmediato, sino de tomarte más tiempo.

“Pensaré en tu propuesta y te responderé más tarde”.

“Aún no estoy listo/a para tomar una decisión”.

“Retomemos esta conversación mañana, ¿sí?”.

Método 3. Demándale cosas específicas al manipulador

A los manipuladores les gusta generalizar: “Tú siempre…”, “Tú nunca…”, etc. Sería útil que aclaren qué quieren decir exactamente porque es imposible responder a una pregunta tan general.

“¿A qué situación específica te refieres?”, “¿De qué ayuda específica estás hablando?”.

Método 4. Haz una pregunta directa.

Si hay mucha presión en el diálogo, peticiones y/o demandas, puedes hacer una pregunta directa: “¿Quieres engañarme?”, “¿Quieres hacerme sentir culpable?”, “¿Estás tratando de obligarme a estar de acuerdo contigo? ” Esto puede detener la manipulación y hacer que sea posible ver la reacción del oponente.


Método 5. Toma la iniciativa y crea conversaciones.

El uso de responder con “la misma arma” suele funcionar bien – generalmente el manipulador no espera esa reacción.

Por ejemplo, a un vecino molesto que todo el tiempo intenta hacerte comentarios o aconsejarte, puedes decirle algo como: “¿Por qué siempre hablamos de mí? ¿Cómo esta tu nieta? ¿Está enferma? ¿Y a qué guardería va? Bueno, ¡esto está tan desactualizado! ¿Has oído hablar del sistema Montessori?”.

Método 6. No te involucres en discusiones ni excusas.

Si te involucras en una discusión, te encontrarás en el territorio del manipulador, donde te aplastarán, ya que tienen mucha más experiencia en esta área. Trata de usar frases neutrales estándar en respuesta a acusaciones de frialdad, insensibilidad, etc.

“Lamento que estés enojado/a”.

“No dudo de que estés en una situación complicada”.

“Lamento no poder ayudar”.

Método 7. No te dejes engañar por un cumplido diseñado para forzarte a hacer lo que el manipulador quiera.

  • ¡Eres tan inteligente – definitivamente analizarás mi situación y me ayudarás!
  • Gracias por tus amables palabras, pero no creo poder ayudar en este caso.

Y lo más importante: existen muchas manipulaciones, y muchas formas de evitarlas. Pero lo más importante no es lo que dices, sino cómo te sientes, cuál es el mensaje que quieres dar.

Si no sabes decir “no”, ningún método te funcionará porque el interlocutor lee el humor, la estabilidad psicológica, y la seguridad y confianza.

Por lo tanto, la mejor protección contra la manipulación es la confianza, para que el sentimiento de culpa o vergüenza impuesto simplemente no se te pegue y sea imposible jugar con tus sentimientos y emociones.


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