Depresión PostCOVID

Este término ha surgido recientemente porque conocemos el COVID-19 hace menos de dos años. Sin embargo, ahora podemos afirmar que la depresión postCOVID es un fenómeno común. 

El COVID-19 puede presentarse en varias formas. El concepto del síndrome de postCOVID incluye quejas y síntomas que se desarrollan durante o posteriormente a haber tenido COVID-19, y dura más de 12 semanas. También se conoce por el nombre de COVID Prolongado.

El COVID Prolongado presenta varios síntomas que pueden observarse incluso cuando el virus ya ha sido vencido por el cuerpo, lo cual se confirma por pruebas médicas. La investigación sobre este tema no ha finalizado,  no hay demasiada información sobre la naturaleza de los síntomas y su severidad, así como de los efectos en los humanos. Sin embargo, hay algunos hechos que conocemos. 

Se ha confirmado que el coronavirus afecta negativamente la salud psicoemocional de las personas. El síndrome PostCOVID puede incluir depresión, desánimo, y melancolía. En algunos casos, la depresión puede conducir a tener pensamientos suicidas. 

Un estado emocional inestable se manifiesta a través de cambios de humor repentinos, bajo control del comportamiento, y ataques de pánico. 

El diario Lancet ha publicado un artículo escrito por científicos de la Universidad Británica de Oxford, en el que analizaron 69 millones de expedientes médicos de residentes estadounidenses, de los cuales más de 62 mil habían tenido coronavirus. El estudio ha demostrado que uno de cada cinco sujetos fue diagnosticado con un trastorno mental dentro de los tres meses de la recuperación, causando ansiedad, depresión e insomnio. Esto puede haber sucedido por una combinación de estresantes psicológicos y consecuencias físicas de la enfermedad. 

Recientemente, la OMS ha introducido el “síndrome postCOVID” a la Clasificación Internacional de Enfermedades.

Científicos italianos han examinado más de 400 pacientes recuperados de COVID-19. Un mes luego de la recuperación más del 55% de ellos ha mostrado al menos un síntoma psiquiátrico. 

Un equipo de especialistas del Hospital Nacional de Neurología y Neurocirugía de Londres (National Hospital of Neurology and Neurosurgery in London) ha señalado que “la infección de coronavirus se asocia a una amplia variedad de síndromes neurológicos, que afectan el sistema nervioso completo, incluyendo la  vasculatura del cerebro”. 

Doctores rusos han señalad, también, las consecuencias negativas del COVID-19 para la psiquis de los pacientes, pero aún no hay consenso respecto de qué es exactamente lo que conduce a la depresión. Algunos expertos plantean que la causa reside en la vasculitis, la inflamación, y las reacciones autoinmunes al coronavirus, y el daño en el tejido nervioso. Los antecedentes psicológicos son el autoaislamiento, la pérdida de los seres queridos, pérdida del trabajo, y el diluvio de información negativa por parte de los medios de comunicación.  

Los doctores han señalado que la depresión postCOVID tiene sus características específicas. Éstas consisten en las particularidades del curso de la enfermedad y de las experiencias del paciente y en cómo, a nivel bioquímico, responde el cuerpo a las drogas. Un psicoterapeuta o psiquiatra es quien debe diagnosticar un estado depresivo.

Se realizó una encuesta en línea de personas con sospechas de COVID-19 positivo. Se distribuyó entre grupos de ayuda y las redes sociales. Se recopilaron y analizaron las respuestas de 3.762 participantes de COVID-19 de 56 países con enfermedades que duraron más de 28 días.

Más del 91% de los encuestados tardaron más de 35 semanas en recuperarse. Los síntomas más habituales luego de los 6 meses eran fatiga, cansancio luego de haber ejercitado, y disfunción cognitiva. La disfunción cognitivo o los problemas de memoria fueron por el 88% de los sujetos de todos los grupos etarios.

El 22 de julio de 2021, investigadores británicos publicaron un informe en la revista EClinicalMedicine, indicando que el COVID-19 está causando un declive irreversible en la  capacidad intelectual. Los autores visualizaron una caída en los valores promedio del IQ para el grupo de pacientes que se había recuperado. Y cuánto más severa hubiera sido la enfermedad, mayor sería la caída.  

Los científicos no han tenido la oportunidad de evaluar el IQ de los encuestados antes de la enfermedad. Este es un error grave del estudio. Sin embargo, el deterioro cognitivo que afecta la resolución de problemas en los test IQ es una consecuencia indudable del “COVID prolongado”. Los participantes de todos los estudios del síndrome se quejan de estos: este tipo de problemas son típicos de otros síndromes post-virales. Los estudios a largo plazo de pacientes que han experimentado síndromes de dificultad respiratoria aguda (una condición provocada por un COVID severo) muestran que la recuperación total de una enfermedad previa es posible pero, para muchos, las consecuencias de esta persisten hasta luego de cinco años de haber padecido la enfermedad. Para los sobrevivientes de enfermedades severas que han tenido que ser internados en unidades de cuidados intensivos, el deterioro cognitivo puede persistir durante un tiempo. 

Estas condiciones son complejas de distinguir de la ansiedad y los trastornos depresivos habituales. Generalmente, las personas mismas son quienes, luego de tener coronavirus, notan ciertos cambios en el cuerpo. 

El estado de postCOVID comienza con astenia, la cual no desaparece luego de la enfermedad. Durante la ansiedad en la etapa de postCOVID, la persona experimenta el miedo a la sofocación, muerte, preocupación por conocidos y amigos, ansiedad, ataques de pánico, alteraciones del sueño, anemia, sensación de hormigueo en varias partes del cuerpo, cambios en el apatito, e hipocondría. 

Durante la depresión postCOVID, además de los síntomas habituales, pueden aparecer pensamientos suicidas. Normalmente, estos son pensamientos pasajeros que asustan a las personas. Es importante llevar un registro de la prevalencia de pensamientos y comportamientos centrados en lastimarse a uno mismo. Un amplio estudio en personas de 18 y mayores, ha demostrado que el 26.1% de los encuestados informó pensamientos de autolesión, y el 7.9% informó haber tenido comportamiento de autolesión al menos una vez entre marzo del 2020 y mayo del 2021. Si estás experimentando pensamientos suicidas, debes buscar ayuda. 

Otro síntoma vinculado es el trastorno de memoria – que se vuelve más marcado que con la depresión normal.  

Investigadores americanos han mostrado que las personas que han tenido COVID-19 tienen el doble de probabilidades de experimentar ansiedad y trastornos depresivos, como quienes han tenido gripe u otras infecciones.

La terapia para cualquier depresión es específica para cada individuo. Luego del COVID-19, el trabajo corporal se ve alterado – y debes comprender que esto es normal. Las terminaciones nerviosas se recuperan 1 mm por día. Incluso luego de un resfrío común, nos sentimos mal durante un largo tiempo luego de la enfermedad, y en este caso estamos haciendo referencia a un virus serio. 

Es imposible decir cuánto durará la sintomatología, y cómo se manifestará en sí misma – algunos no tienen síntomas, y otros sufren de las afecciones del postCOVID por hasta un año. Mucho depende de qué tan seria haya sido la enfermedad, y de si el cuerpo tiene recursos físicos y psicológicos. 

Si sospechas que tienes depresión luego de haber tenido COVID-19, puedes evaluar tu estado psicológico utilizando el Inventario de Depresión de Beck. Además, asegúrate de contactar a un terapeuta para descartar la probabilidad de estar sufriendo otras enfermedades. 

¿Qué hacer si estás experimentando los síntomas de depresión?

• Intenta no alejarte de las personas – si puedes comunícate con tus amigos y familiares. Si te aíslas, intenta comunicarte por videollamada, teléfono, y mensajes. 

• Comparte lo que te está sucediendo con alguien en quien puedas confiar, que te escuche y te apoyo, sin juzgarte ni criticarte. 

• Cuida tu cuerpo: realiza un mínimo de ejercicio, aliméntate adecuadamente, y duerme. 

• Realiza técnicas de relajación. Realiza relajación Jacobson, meditación, ejercicios respiratorios, yoga – cualquier técnica te beneficiará. 

• Puedes unirte a algún grupo de Facebook de “Coronavirus Atípico”. EN estas comunidades, los sobrevivientes del postCOVID comparten sus experiencias, y los doctores aconsejan qué pruebas pueden realizarse. Sin embargo, si eres una persona ansiosa y tiendes a “adueñarte” de los síntomas de los otros, es mejor no hacer esto, para no “infectarte”.

• Contáctate con un especialista si sientes que no estás pudiendo enfrentar la situación.

Más allá de cómo se desenvuelva la situación, queremos recordarte que es normal experimentar una gran variedad de emociones complejas frente a una situación transformadora como esta. Esto no quiere decir que seas débil, que estés perdiendo la cabeza, o que no puedas enfrentar problemas emocionales – para nada. Simplemente debes ayudarte a ti mismo a pasar este momento complejo. Y nosotros intentaremos ayudarte.



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