La gente menciona el estado de ánimo muy a menudo: “No estaba de humor, así que no lo hice”, “Arruinaron el estado de ánimo”, “A menos que esté de humor, no puedo hacer nada”, etc.
Casi parece que piensan que el estado de ánimo es una sustancia misteriosa e incontrolable. Nadie sabe de dónde viene, nadie sabe a dónde va, actúa por cuenta propia, como si no tuviéramos ninguna influencia sobre él. ¿Pero es realmente así?
El estado de ánimo es un estado mental relativamente estable: es un trasfondo emocional general que colorea nuestras diversas experiencias. Afecta en gran medida al comportamiento humano.
Sin embargo, ya sabemos que ninguna emoción aparece “de la nada”, sin motivo alguno, y que podemos controlarlas. Esto significa que el estado de ánimo es algo que podemos manejar.
Recordemos los conceptos básicos de la gestión de las emociones:
1. Date cuenta de cómo te sientes.
Charlaste con un colega y luego fuiste a trabajar. Pero antes de la conversación, tu trabajo parecía fácil y divertido, y después, por alguna razón, notas que estás frunciendo el ceño y tu actitud positiva se ha ido. Si no eres consciente de esto, entonces por la noche tal vez digas: “No estuve de humor durante la mitad del día”, y ni siquiera te preguntarás: ¿qué sucedió realmente? Pero si recuerdas, tu colega insinuó que tu contribución al último proyecto no fue particularmente significativa y, probablemente Tamie, la de tu departamento sea promovida, y no tú.
2. Nombra tus sentimientos y emociones. Diferéncialos – sepáralos. “Parece que siento bronca (hice mucho por este proyecto) y ansiedad (puede que no me asciendan, aunque me lo prometieron)”.
3. Reconoce tus sentimientos y emociones.
Las emociones que se reconocen y no se ocultan debajo de la alfombra dejan de tener una influencia tan grande en ti, y tendrás la oportunidad de hacer algo al respecto: “Así me siento y no me voy a regañar por ello”.
4. Elige cómo reaccionar.
Sí, siempre hay una opción. Puedes decirle a tu colega que has trabajado duro y el tiempo dirá si la gerencia aprecia tu contribución o no. O puedes optar por no decir nada en absoluto, simplemente sonreír recordando que a menudo ella trata de burlarse y herir los sentimientos de los demás. Puedes hacer ejercicios de respiración para reducir la ansiedad.
5. Expresa tus emociones de una forma adecuada y no agresiva.
De repente, tal vez descubras que tu estado de ánimo ha mejorado y tu día será mucho mejor.
Sin embargo, por favor, ten en cuenta que el estado de ánimo es variado y multifacético; no siempre es causado por eventos externos, sino que es un estado y no una característica estable de una persona. Cualquier estado es temporal y cambiante. Por lo tanto, si no puedes encontrar la causa, solo necesitas ayudarte a ti mismo a atravesar este momento, y pronto el sol volverá a brillar.
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