Hemos recopilado (y desacreditado) las creencias erróneas populares sobre las relaciones entre padres e hijos.
Creencia errónea #1:
Respetar a los padres significa estar de acuerdo con todo lo que dicen.
Realidad:
No debes compartir el mismo punto de vista con las personas para respetarlas y aceptarlas. Además, hay formas delicadas y graciosas de expresar el desacuerdo propio. Por otro lado, imponer tu opinión a alguien es una verdadera falta de respeto.
Creencia errónea #2:
Debes aceptar a tus padres como son.
Realidad:
No debes ignorar el abuso, ni siquiera cuando provenga de personas muy cercanas a ti. Si alguien te causa algún daño (ya sea emocional, físico o material), es tu derecho hacer todo lo que esté a su alcance para defenderte.
Creencia errónea #3:
No debe haber secretos en la familia.
Realidad:
Hay límites incluso entre los parientes más cercanos. Existe una confusión que circula en torno a eso cuando se trata de límites: los familiares son una excepción y se les permite ingresar donde otros deberían permanecer afuera. Eso no es verdad. Los límites mentales, emocionales y físicos están vigentes con los parientes más cercanos.
Creencia errónea #4:
Los hijos deben apoyar a sus padres.
Realidad:
Depende de cada uno elegir lo que quiere y puede (en ese orden) dar a los padres. Esa decisión depende de los deseos, recursos y cuentas personales. Así como la historia de las relaciones familiares. Cómo son las relaciones dentro de la familia y si generan algún tipo de apoyo.
Creencia errónea #5:
Los padres saben qué es lo mejor para uno.
Realidad:
La única persona que sabe qué es lo mejor para uno es uno mismo.
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