La vida pasa. Y, lamentablemente, casi todos nos enfrentamos a la traición de una forma u otra. Pero no estamos preparados para el hecho de que… extrañamos a la persona que no nos ha tratado de la mejor manera. ¿Por qué sucede? Él/ella me hizo esto… Estoy en sano juicio – ¿por qué los extraño? Debería odiarlos o enojarme – ¡esto sería normal! Pero no… el anhelo inesperado nos desconcierta y no podemos… entender por qué nos sentimos así.
La amiga de Irini salía con su novio a sus espaldas. Este joven era un conocido reciente y el hecho de que actuara así fue fácil de superar. Irini rompió con él y lo olvidó. Pero su amiga… Han sido amigas durante 8 años y eran bastante cercanas. No fue fácil lidiar con su traición. Ya han pasado varios meses, pero Irini todavía siente tristeza. Se dio cuenta de que… extrañaba a su amiga, aunque no quería admitirlo. La madre de Irini, con quien compartió sus sentimientos, se indignó – “¿Qué quieres decir con tristeza? ¿Que hay para estar triste?”
Pero en nuestra psique, no todo es tan simple. La traición solo es posible por parte de personas muy cercanas. Una persona desconocida o un transeúnte de una parada de autobús o alguien en la fila de la caja no puede traicionar.
Para que se produzca la traición, una persona debe estar en una zona muy cercana, con derecho a estar allí – las claves de confianza fueron entregadas por nosotros.
Al experimentar la traición, en primer lugar, nos sentimos heridos por el hecho de que algunas de nuestras esperanzas para el futuro con esta persona, de que nos amarían y seríamos felices juntos – no están destinadas a hacerse realidad. Y esta es una gran pérdida – ¡enorme! Nada es más doloroso que el colapso de las aspiraciones.
Nos pintamos un retrato de esta persona tal como la vemos. La imagen representada no siempre corresponde con la realidad, pero somos artistas en nuestra alma – ¡lo vemos de esta manera! Y después de que algo no se ha hecho realidad, sentimos por dentro durante mucho tiempo lo que pensamos que podría haber sido – y la persona en la que confiamos lo arruinó todo…
Sentimos nostalgia por aquellas personas a las que nos hemos acercado, de las que nos hemos enamorado. Echamos de menos una imagen que no quiere desvanecerse, a pesar de los claros indicios de que la imagen no corresponde con la realidad.
Las personas amadas no dejan de ser amadas de inmediato, esto no pasa… Guardamos en nuestro interior durante mucho tiempo lo que hemos perdido, y lamentamos infinitamente que esto haya sucedido. La tristeza, en este caso, está bastante justificada, ¿no?
Pasara. El período de duelo no dura para siempre, pero no se puede omitir. Todo tiene su tiempo.
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