Actualmente todos estamos pasando por un período de vida difícil, algunos en mayor medida y otros en menor medida. Pero los cambios en la vida afectan a todos, de una forma u otra.
Contrariamente a la creencia popular, los períodos estresantes no provocan problemas en las relaciones, sino que los exponen, poniéndolos en primer plano. Ya no podemos ignorar fácilmente la condición de las relaciones que tenemos con otras personas: qué tipo de personas son, cómo nos sentimos a su alrededor y si nuestras necesidades se satisfacen o no.
A menudo escribimos sobre la importancia de tener una “red social”: el círculo de personas que te rodea y la calidad de las relaciones con ellas. ¿Te sientes bien estando cerca de esas personas? ¿Es posible una comunicación satisfactoria y de alta calidad? ¿Sientes apoyo y aceptación?
¿O tu círculo social es tóxico y agota tu energía?
En esta época, es especialmente importante tener vínculos estables con personas que compartan tus valores básicos, porque esto es lo que te permite recuperarte, sentirte apoyado y saber que perteneces.
Los valores compartidos no se tratan de que les guste la misma música o lean los mismos libros. No se trata de tener los mismos gustos con respecto a la comida, el estilo de vestir o los pasatiempos; estos temas no son demasiado importantes. Los valores básicos son una especie de fundamento moral que determina nuestra visión del mundo: las prioridades que nos guían cuando nos fijamos metas. A través del prisma de los valores morales básicos, evaluamos nuestras acciones, intenciones y a otras personas.
Muchos de nosotros ahora nos enfrentamos al hecho de que nuestro círculo social habitual se rompió o cambió, y no está del todo claro cómo restaurar lo perdido. Lo más probable es que siempre haya habido diferencias en los valores, pero antes no era posible verlas, o, más precisamente, era posible no verlas, ignorarlas.
Ahora es el momento de trabajar para fortalecer los lazos que aún son importantes y formar nuevos que llenen los vacíos que se han formado y te ayuden a sentir que eres más resistente.
¿Cómo hacerlo?
○ Analiza tu círculo social: quién está en él, cómo te sientes con estas personas y la calidad de estas relaciones.
○ Comienza a reconectarte con aquellas personas que son interesantes y queridas para ti: llámalas, escríbeles o reúnete con ellas.
○ Fortalece las relaciones con tus seres queridos: comunícate con más frecuencia y no hables solo sobre temas cotidianos. Asigna tiempo para reunirte con ellos, interésate de forma sincera en ellos, escucha atentamente, habla sobre tus sentimientos y pasen tiempo de calidad juntos.
○ Reduce el contacto con aquellas personas que agotan tu energía y te hacen sentir vacío, irritado y cansado.
Trabajar en la calidad de las relaciones es muy importante. Las buenas relaciones nos hacen sentir inspirados y nos dan una sensación de apoyo y confianza, y eso es lo que todos necesitamos, ¿no es así?
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