En nuestras vidas, los eventos suceden cuando la vida se divide en “antes” y “después”. La forma en que solía ser ya no es posible, pero todavía no está muy claro cómo vivir de una manera nueva.
¿Por dónde empezar?
El primer paso se puede llamar “restablecimiento”. Reconoce que tu vida ha cambiado. Algo central y fundamental todavía está ahí: eres tú y, por regla general, las personas cercanas también están ahí. Pero gran parte del pasado se ha ido para siempre. Evaluar y comprender objetivamente la realidad actual es el paso más importante.
No es sencillo: quieres agarrar todo lo que estaba en el “antes” y de alguna manera arrastrarlo a tu nueva vida. Si no abandonas tales intentos, estarás condenado a la frustración y la ira. No puedes colocar a una persona de talla L en la ropa de talla S, será incómodo.
Anthony era un gerente de alto nivel en su trabajo anterior, pero lo despidieron. Han pasado seis meses, pero todavía no ha encontrado un nuevo trabajo, porque se niega categóricamente a siquiera mirar algo que, desde su punto de vista, sea inferior a su puesto anterior. Pero Simon, quien también fue despedido de un trabajo prestigioso, encontró un puesto como gerente de nivel inicial. Le tomó los mismos seis meses llegar a un rol de liderazgo similar al anterior.
Dejar el pasado en el pasado y comenzar un nuevo capítulo no es fácil. Pero si retienes con fuerza este pasado en tus manos y no lo sueltas, no podrás recoger nada nuevo.
El segundo paso. Una nueva vida no se construye en un día, ni en una semana, ni tampoco en un mes. Necesitas dar pequeños pasos para avanzar. El cerebro necesita tiempo para reconfigurarse y empezar a hacer nuevas conexiones neuronales. Por lo tanto, debes introducir nuevos hábitos, probar nuevas rutinas y abrirte a experiencias desconocidas gradualmente.
El tercer paso. Estudia tus recursos.
¿Qué es lo que aún tienes? ¿Qué perdiste o a qué tuviste que renunciar? Lo mejor es escribirlo en un papel. Esto te ayudará a entender con qué puedes contar mientras construyes nuevas estrategias de vida y haces planes.
El cuarto paso. Decide sobre objetivos inmediatos y de largo plazo.
¿Qué es importante ahora mismo, en este mismo momento? Quizás debas ocuparte de temas relacionados con los documentos, visas o alojamiento, algo que no se puede posponer. Esta es una lista. Escríbela en papel, en el teléfono o en la computadora, y priorízala.
¿Qué será importante “mañana”? Ya no se trata de tareas cotidianas, sino de planes para el futuro. Trata de escribir todas tus metas y dividirlas en tareas. ¿Sientes que las cosas se vuelven más claras?
¡Esto es un comienzo! Intenta decirte a ti mismo que no será fácil, pero esto no significa que será malo. La vida no es lineal. Lanza diferentes sorpresas, y ser capaz de adaptarse a ellas es una habilidad importante.
Ahora estás a punto de emprender este camino…
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