Lloro en cualquier situación de conflicto

Los conflictos pueden ser difíciles para muchas personas. Muy a menudo, oímos a nuestros clientes decir tímidamente “No sé cómo manejar los conflictos. Enseguida se me salen las lágrimas y me resulta imposible continuar la discusión.”

Puede haber varias razones por las que esto ocurre.

1. Eres una persona muy sensible.

Las personas no eligen la hipersensibilidad como rasgo, al igual que no pueden elegir su tipo de temperamento u otros rasgos de personalidad. Simplemente lo tienen… Si eres una PAS, entonces hay una alta probabilidad de que en situaciones emocionalmente estresantes experimentes un fuerte malestar. Y los conflictos son precisamente una de esas situaciones. Los conflictos son difíciles para una persona sensible porque las emociones (propias y ajenas) le desbordan por completo. La hipersensibilidad provoca una especial susceptibilidad a los estímulos – na reacción aguda a los acontecimientos que se perciben como hostiles, aunque no lo sean desde el punto de vista “generalmente aceptado”. Alguien puede encogerse de hombros: oh, bueno, he tenido una discusión, ¿cuál es el problema? Pero las PAS se sienten en medio de una energía negativa, en la que necesitan defenderse. ¡Y esto es muy alarmante para ellas!

Uma odia los conflictos y trata de evitarlos de cualquier forma posible, incluso a costa de su comodidad. Tiene miedo de que todo el mundo empiece a pelear y discutir. Los sonidos fuertes le causan estrés y también se asusta – ¿y si ofende a alguien?

2. Has tenido experiencias traumáticas en el pasado. 

Cuando Ali era pequeño, sus padres solían pelear todo el tiempo. Se gritaban uno al otro y no se daban cuenta del pequeño Ali, que tenía mucho miedo de que su mamá y su papá se divorciaran y… lo dejaran. Ahora Ali tiene 28 años, pero cuando escucha una pelea, las lágrimas brotan involuntariamente de sus ojos. Trata de esconderlos porque a los demás les parece extraño.

Si las peleas y disputas desencadenan alguna otra situación de tu pasado, debes intentar deshacer este embrollo. Es mejor hacerlo junto a un psicólogo.

3. Tienes un estilo de apego ansioso.

En este caso, puedes tener miedo de que el conflicto acabe en ruptura. En lugar de defender tu punto de vista, temes que tu pareja te deje.


4. Las lágrimas son la forma de expresar tu ira.

Si en la infancia te han dicho a menudo que estar enfadado es malo y que la agresividad no es cosa de niñas, las lágrimas pueden convertirse en un tipo de reacción exteriormente “débil” (llorar), pero que en esencia es una expresión de ira.

Este es el caso de Anna. Cuando tiene un conflicto, se pone a llorar, aunque, en realidad, está muy enfadada. Puede estar enfadada con su pareja, que no ha cumplido su promesa, con su jefe, que la obliga a hacer horas extras, con el conductor que le ha cortado el paso en la calle y le ha enseñado el dedo…

Como puedes ver, hay muchas razones por las que las personas pueden llorar durante los conflictos. Para elegir la estrategia más eficaz para tratar este tema, lo mejor es trabajar con un psicólogo. Juntos pueden investigar tus patrones de comportamiento. Si identificas el motivo – ¡ya tienes la mitad del camino recorrido!

Pero hay cosas que puedes hacer ahora mismo.

1. Si sientes que las lágrimas te invaden – tómate un descanso durante un rato (diez minutos serán suficientes). Aprovecha este tiempo para calmarte.

2. Utiliza técnicas de respiración para relajarte: inhala y exhala profundamente cuatro veces a un ritmo que te resulte cómodo. Aguanta la respiración y cuenta hasta siete. A la cuenta de 8, exhala despacio.

3. Cambia conscientemente tu atención del objeto que provoca la negatividad a otra cosa. Puede ser algún pensamiento que mejore tu bienestar y tu estado de ánimo.


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