Los límites personales son importantes. Sin embargo, a veces es mucho más fácil establecerlos con extraños que con amigos: puedes sentirte culpable o tener miedo de ofenderlos.
Los límites son esenciales en las amistades porque nos permiten sentirnos cómodos en la comunicación y nos protegen de lastimarnos o avergonzarnos.
Aquí hay ejemplos de frases perfectamente normales que puedes usar sin sentirte culpable:
1. Respeto tu opinión, pero tengo un punto de vista diferente.
2. Cuando dices algo así sobre mi figura/cabello/maquillaje, me siento incómodo. Te pido que no vuelvas a hacer esto.
3. Entiendo que estés enojado con N, pero no quiero hablar de una persona a sus espaldas. Hablemos de otra cosa, ¿bueno?
4. La próxima vez, por favor avísame sobre tu visita con anticipación, ¿bueno? Sería genial si supiera exactamente a qué hora terminan mis tareas para estar libre cuando pasemos tiempo juntos.
5. No siempre es un buen momento para mí para escuchar los mensajes de voz, por lo que es posible que no te responda durante mucho tiempo. Por favor envíame mensajes de texto. Así podré responder más rápido.
6. Aún no estoy listo para hablar de eso. Volvamos a este tema más tarde, ¿bueno?
7. Desafortunadamente, no podré encontrarte en el aeropuerto esta noche. Pero este servicio de taxi es muy conveniente y tiene tarifas razonables. Los uso a menudo.
8. La crianza de los hijos es un área en la que yo mismo tomo decisiones. Sé que quieres ayudar, pero cuando me das un consejo, me siento incómodo. Por favor, no hagas esto, ¿de acuerdo?
9. Mi forma de comer me sirve bastante. A cada uno lo suyo. No hay mucho que discutir aquí.
10. Sé que quieres ayudar. Pero te pido, por favor, que antes de hacer nada me preguntes primero. De lo contrario, me siento como un niño pequeño que no puede cuidar de sí mismo.
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