Entender tu “Padre Interior”

Si estás leyendo Mindspa es muy probable que sepas algo acerca del Niño Interior, el Adulto Interior, y el Padre Interior. Estas son las cuatro etapas de nuestro ego, las cuales están presentes en cada uno de nosotros en diferentes medidas y proporciones. Podemos no ser conscientes de esto, pero en todo momento de nuestra vida actuamos siguiendo alguno de estos roles. Y lo mejor es que podamos escoger el indicado. ?

Hoy hablaremos acerca del Padre Interior. La forma en que se comunica con nosotros, las palabras que utiliza, las críticas o el apoyo, dependerá de la experiencia que hayamos tenido en nuestra niñez, comunicándonos con las personas más importantes: nuestros padres o tutores.  

En otras palabras, esta parte de nosotros fue formada porque hemos “absorbido” a nuestra madre, a nuestro padre, o tutores, con todas sus virtudes y defectos. Se han vuelto una parte importante de nuestra psiquis. Y ahora, aunque tengamos o no a nuestros padres cerca, estén vivos o no,  siguen influenciando nuestro comportamiento, pensamientos, nuestras decisiones y acciones. 

Anna creció escuchando a su madre decirle constantemente: “¡Eres tan torpe!” Ahora Anna tiene 42. Su madre murió hace diez años. Pero sin importar qué sucede, cada vez que rompe un vidrio, se tropieza, o comete un error, se regaña con las mismas palabras que usaba su mamá. 

Este es un ejemplo ilustrativo de un Padre Interior “absorbido”. En el caso de Anna, este Padre la desvaloriza y critica… 

Para entender las funciones del Padre Interior, solo hace falta recordar a los padres reales. ¿De qué son responsables los padres? De controlar todo y a todos, de evaluar nuestro éxito y nuestros logros, de apoyarnos, de establecer normas, de castigarnos y de apoyarnos. Es simple entender que cada uno de nosotros tiene su propio Padre Interior: amable, alentador, controlador, manipulador, culposo, desvalorizado etc.

De hecho, un buen padre es aquel que puede ser diferente: ejercer el control y establecer límites hasta cierto punto (porque cualquier niño necesita límites) y, al mismo tiempo, que los apoyen y empaticen con ellos, que nos abracen y nos digan palabras alentadoras cuando lo necesitemos. Sin embargo, muchas veces nuestros Padres Interiores solo utilizan la función negativa. Hace todo lo posible para devaluar, regañar, dar un golpe, o privar de algo importante. Y luego nuestras vidas se vuelven tristes e incómodas. ¿De qué otra forma podría ser? No hay calidez de los padres… solo hay bofetadas y órdenes.

Para entender como es TU Padre Interior, recuerda: 


– ¿Qué te dices a ti mismo cuando cometes un error? ¿Es algo alentador como (“Está bien, puedes hacerlo”, “Ten un poco de paciencia”) o todo lo contrario (“¡Qué idiota!”, “Bueno, estás siendo un estúpido igual que siempre”)?

– ¿Sabes cómo apoyarte a ti mismo? ¿Cómo lo haces?

– ¿Tienes derecho a cometer un error?

– ¿Qué cosas te dices en los momentos difíciles?

Analiza las respuestas. Si tu Padre interior es disfuncional, no será difícil “detectar” y comprender estas respuestas. 

También es importante entender cuánto del Padre Interior está presente. Si el Padre se expresa excesivamente, la persona seguirá instrucciones y reglas y no se permitirá divertirse o hacer algo “por fuera de las reglas”. Estas son aquellas personas que tienen sexo basado en una agenda, que perciben la espontaneidad como un acto de rebelión, que únicamente compran comida saludable, y que piensan que solo los idiotas bailan debajo de la lluvia. 

Si no hay suficiente Padre Interior (lo cual quiere decir que hay otro estado del ego en abundancia), entonces lo más probable es que no sepas encender la función de control: siempre llegas tarde a todos lados, y tienes problemas para cumplir normas y principios de moralidad. 

La buena noticia es que el Padre Interior puede modificarse. Esto puede lograrse en terapia, pero también puedes hacerlo tú mismo. Para ello, debes hacer lo siguiente:  

○ Aprende acerca de tu Padre Interior actual: ¿Cómo es? ¿Qué aparece en exceso y qué falta? ¿Cómo te gustaría que cambie?  

○ Deja de recriminarte y criticarte, y de desvalorizar tus logros. Aunque siempre lo hayas hecho. Especialmente si siempre lo has hecho.  

○ Aprende a alentarte; debes permitirte cometer errores. 

○ Recuerda qué no te dieron tus padres en tu niñez, e intenta reponerlo tú mismo ahora. 

○ Reconoce que ya eres suficiente, y que no necesitas rehacerte, cambiar por alguien, compararte con el hijo de la amiga de tu madre, con un colega, un amigo, o un actor.  

○ Cuida y satisfice tus necesidades y deseos verdaderos (¡es una tarea compleja!)

Y unas últimas palabras. Está de moda cuidar a tu Niño Interior, y es realmente importante. Sin embargo, también necesitamos un Padre Interior real y alentador! deberías comenzar a trabajar en esta parte de tu mundo interior. ¡Y aquí estamos nosotros para ayudarte! ?


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