Enojo y agresividad – ¿Cuál es la diferencia?

Hay algunos conceptos que pueden ser similares entre sí, pero no significan lo mismo.  

Enojo y agresividad – ¿En qué se diferencian?

El enojo es una emoción. Probablemente sea una de las más fuertes y poderosas, pero al mismo tiempo es aceptable y es natural. Se trata de nosotros y se encuentra dentro nuestro – sentimos el enojo (como cualquier otra emoción) porque somos humanos. Si estamos enojados, vivimos ciertas experiencias, y eso es un signo de que está sucediendo algo que no es placentero: una violación de nuestros límites, una situación conflictiva.  

El enojo es un estado generado por procesos psicológicos internos. Externamente se ve así: las cejas se mueven, el rostro se vuelve rojo, la persona entra en calor, se aprietan los dientes involuntariamente, la mandíbula se mueve hacia adelante. No hay forma de confundir esta emoción con otra, ya que las expresiones son demasiado obvias y específicas. 

Tabitha incriminó a Jane frente a su jefe y le dijo que ella siempre llegaba tarde al trabajo. Jane no recibió un ascenso. Está enojada y experimenta una gran variedad de sentimientos desagradables.

La agresividad es un comportamiento y es una decisión. En otras palabras, es algo que va hacia afuera y se dirige hacia algo o alguien. 

Jane puede escoger distintas formas de reaccionar frente a esta situación específica: puede escoger ser agresiva, o no serlo. Por ejemplo, al regresar de hablar con su jefe, Jane puede agarrar el teléfono de Tabitha y lanzarlo contra la pared; esto es una agresión indirecta. O gritarle: agresión verbal. Jane también podría empujar a Tabitha, lo cual sería una agresión física.


O, si Jane decide no mostrar agresión pero sigue enojada, puede decirle a Tabitha “No esperaba esto de ti. No quiero volver a hablar contigo nunca más”.

Las emociones y los comportamientos son difíciles de comparar. Sentir y actuar son dos conceptos distintos. Existe una conexión entre ambos: el enojo es una parte importante y el motor de la agresividad. Sin embargo, el enojo puede tomar distintas formas, y el sentimiento en sí mismo no es peligroso. El enojo por sí solo no necesariamente conduce a realizar acciones agresivas.  

El enojo es una emoción, y su función es la de señalizar – “Siento que algo no está bien”. Pero la agresión es una acción: “Estoy haciendo algo”. Y esta acción se realiza para satisfacer una necesidad, cumplir un objetivo, o recrear los límites físicos y psicológicos de una persona. 

Los sentimientos y las acciones son dos fenómenos distintos, y no deberían ser confundidos. Sin embargo, vale la pena recordar que siempre tenemos una opción respecto de cómo tratar nuestros sentimientos (no deben ser ignorados jamás) y de cómo expresarlos.  

Si tienes problemas expresando el enojo y la agresividad, deberías tomar nuestro curso “Mind Cleaning”, realizar los ejercicios del Psicólogo, y/o contactar a un psicólogo para recibir ayuda.


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