Tu pareja está enfadada por segundo día consecutivo… No han tenido ninguna pelea. Y estás seguro/a de que no le has ofendido. Simplemente está de mal humor. No tiene nada que ver contigo – estás seguro/a de ello. Quizá tenga problemas en el trabajo, o no se sienta bien, o haya discutido con un amigo, o… ¡Pueden haber muchas razones! Pero el hecho es que no está de buen humor, y tú te sientes desubicado/a. Tu pareja no reacciona a tus bromas o intentos de animarla. La melancolía se cierne sobre ti y te arrastra a su pantano. No puedes aguantar más. ¿Qué puedes hacer?
Para empezar, debes determinar el grado de intolerabilidad de esta situación. Vamos a asignar unidades de medida, por ejemplo – “ondas”, esta situación te preocupa ya que por lo general no es fácil de que se altere . De lo contrario, no leerías este artículo.
Entonces, ¿cómo de insoportable es el mal humor de tu pareja en las “ondas” en una escala del uno al diez, donde 1 – “Estoy completamente bien, incluso me olvido de que el/ella está aquí”, y 10 – “No puedo comer y dormir mientras está así”?
De 1 a 3 ondas. Parece que el estado de ánimo de la otra persona no te molesta – ya se dará cuenta por sí mismo.
De 4 a 5 ondas. Tu no eres indiferente al estado de ánimo de tu pareja, pero en general, lo estás sobrellevando. Esto no te inquieta, no interfiere, por así decirlo, “en tu funcionamiento normal”. Sigues viviendo tu vida.
De 6 a 7 ondas. Parece que el mal humor de la persona que está a tu lado te preocupa mucho. Intentas arreglarlo y sientes un malestar bastante pronunciado, lo cual es comprensible porque es muy difícil estar cerca de alguien que frunce el ceño y suspira. Más adelante veremos cómo encontrar el equilibrio en una situación así.
De 8 a 10 ondas. No soportas en absoluto el mal humor de tu pareja. Te sientes mal, sientes una fuerte tensión, porque, en primer lugar, estás muy preocupado/a por ello. Sientes su malestar como propio y, en segundo lugar, te preocupa: ¿y si simplemente ha dejado de quererte? ¿O es que está enfadado/a por algo pero no lo dice?
Si este es tu caso, tenemos malas noticias para ti: son manifestaciones clásicas de la codependencia. Estás tan compenetrado con tu pareja que te olvidas completamente de ti mismo/a, lo que no contribuye a una relación sana. “Disolverse” en otra persona lleva a un estado en el que no queda nada de ti como persona – sólo existe el “nosotros”. Por eso, el mal humor de un ser querido se percibe de forma tan aguda, dolorosa y ansiosa. En este caso, es necesario luchar no con el síntoma, sino con la causa – es decir, trabajar en tu codependencia.
Pero volvamos a la puntuación de 6 – 7. ¿Cómo no sentirse herido por el mal humor de tu pareja cuando esto ocurre de repente?
○ Deja claro a tu pareja que estás ahí para ella y que estás dispuesto/a a escuchar y hablar en cualquier momento. Si quiere estar a solas ahora – no pasa nada. Si necesita ayuda – puedes decírselo. No le preguntes por los motivos de insatisfacción y melancolía, para no provocar una reacción agresiva en tu dirección.
○ Cuida de ti mismo y de tu negocio. Planea una reunión con amigos, compra un nuevo libro emocionante, participa en alguna maratón interesante. Cualquier cosa servirá para no “caer” en el estado emocional de tu pareja y no estropear tu estado de ánimo.
○ Recuerda que las personas no son robots. Sí, un mal estado de ánimo ocurre, como una nube a veces oscurece el sol, pero esto no es el fin del mundo. Intenta no dramatizar y relájate, déjate llevar por la situación. No puedes influir en todo, y el estado de ánimo de otra persona simplemente está fuera de tu control. Piensa en la situación como una sesión de entrenamiento que te ayudará a desarrollar una habilidad.
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