¡Hola!
Soy un tipo evasivo “bien desarrollado” o, como también lo llaman, una persona contra dependiente.
Hace un tiempo me di cuenta de que ya no quería construir relaciones basadas en el principio de evasión, elegir hombres con los que la intimidad era imposible, así que entré en terapia.
Aquí hay algunas lecciones esenciales que aprendí en mi viaje.
1. El miedo a las relaciones pone todo patas arriba, distorsionando la realidad.
Mientras permita que la controle, su percepción estará sesgada y percibirá muchas cosas (por ejemplo, el comportamiento de su pareja) no como realmente son.
Pero es importante recordar que este tipo de miedo también tiene un buen propósito: protegerla y escudarla.
Por eso es importante no vencer, sino apoyarse y aprender a reducir el impacto del miedo.
2. Ser independiente no significa estar sola, hacerlo todo por su cuenta y no dejar que nadie se le acerque.
La independencia puede (y debe) mantenerse en una relación cálida y saludable.
3. La relación requiere esfuerzo. Es cierto.
Pero, primero, cuando se permite sentir simpatía por alguien y lo acepta, es un esfuerzo placentero.
Y, en segundo lugar, el esfuerzo es solo una parte de una relación, y no la más grande.
4. Su necesidad de otra persona no es un signo de debilidad.
La idea de no permitir que la gente se acerque demasiado parece segura, pero de hecho solo trae problemas. Se queda atrapada en relaciones dolorosas donde la persiguen, luego huyen de usted y luego algo más.
Camina con una armadura pesada, se siente sola, pero le da vergüenza admitirlo, así que se esconde detrás del sarcasmo.
5. El hecho de que ahora esté usando esquemas y patrones “poco saludables” en su comportamiento no la convierte en una mala persona.
6. Reprimir las emociones no conduce a nada bueno.
Los sentimientos que no se expresan en el momento adecuado no desaparecen, sino que se convierten en tensión, bloqueos, mordazas y condiciones persistentes desagradables.
Además, cuando empieza a expresar sus sentimientos, la gente normal responde y reacciona bien.
7. Para cambiar la vida para mejor, necesita ver, tomar conciencia de sus patrones de comportamiento obsoletos y sin sentido.
Y luego, por supuesto, cambiarlos 🙂
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