Inmadurez emocional, inmadurez psicológica, infantilismo: usamos estos términos para describir el mismo fenómeno, que es fácil de identificar por las características que describimos a continuación.
Para facilitar el análisis, en este artículo denotamos a una persona emocionalmente inmadura con la abreviatura PEI.
Pasemos a la lista de signos de inmadurez emocional.
1. La imposibilidad de tomar decisiones de forma independiente
Una PEI no toma decisiones por sí mismo. Transfieren esta responsabilidad a otras personas: sus padres, amigos, parejas o incluso sus hijos. La palabra “responsabilidad” les asusta tanto que tratan de evitarla a toda costa. Además, suelen culpar a otros de sus fracasos: una circunstancia específica, sus compañeros, su familia, etc.
2. La falta de separación de los padres
Por lo general, un adulto está separado de sus padres, pero una PEI suele mantener una estrecha conexión emocional con su madre y/o padre. Los padres pueden controlar su comportamiento e imponer sus reglas. Los límites entre un hijo adulto y sus padres se borran. Las PEI muchas veces viven con sus padres, a pesar de ser adultos. Muchas veces sienten la necesidad de justificarse o consultar a sus padres. Experimentan culpa si hacen algo en contra de la voluntad de sus padres.
3. Imposibilidad de sacar conclusiones y cambiar su comportamiento
Una y otra vez, las PEI caen en la misma trampa pero no aprenden nada. Por ejemplo, si una PEI presenta un informe mal escrito y recibe una reprimenda de su jefe, es el jefe quien tiene la culpa (no los aprecia) o los colegas tienen la culpa (no ayudaron con el informe). Todos tienen la culpa menos ellos mismos. Es decir, una PEI no aprende nada de esta experiencia y volverá a repetir el mismo comportamiento la vez siguiente.
4. Escaparse de las dificultades
Una persona madura enfrenta las dificultades y trata de corregir la situación. Las PEI se escapan y acuden a todo tipo de adicciones (alcohol, drogas, juegos) o simplemente deciden no enfrentar la situación. Un ejemplo es que pueden huir de la escena de un accidente, no ofrecer una disculpa cuando ofendieron a alguien, desaparecer del radar cuando su pareja tiene problemas o evitar las conversaciones difíciles. Es típico que vayan a “hacer viajes introspectivos” a Goa, Bali o el Tíbet, siempre que no tengan que enfrentarse a los problemas reales de la vida.
5. Demandas y expectativas injustificadas
Todo el mundo debería comprenderlos y simpatizar con ellos (y si no lo hacen, son malas personas). Todos deberían acomodarlos. Todos deben comportarse de la forma en que la PEI quiere que actúen. A menudo, la PEI se presenta como una víctima: quiere que los demás sean más amables, más atentos y complacientes con ellos…
6. Incapacidad de manejar los sentimientos y las emociones
Como regla general, a las PEI les resulta difícil transitar sus emociones. Como consecuencia, tampoco “sienten” a otras personas, lo que significa que a menudo violan los límites psicológicos de los demás. Tienen gran dificultad para comprender sus sentimientos y mostrar empatía hacia los demás. Sus emociones pueden estallar sin control o quedar encerradas en su interior, como una carga pesada, que no se procesa.
La inmadurez emocional es un gran problema para un adulto. Y las causas de esto vienen de la infancia. La mejor manera de trabajar esto es en terapia, donde una persona puede aprender gradualmente a asumir la responsabilidad de su vida.
Sin embargo, en Mindspa entendemos perfectamente que la terapia también puede resultar muy costosa. Es por eso que les hemos pedido a nuestros terapeutas que creen un programa terapéutico en línea que sea asequible y efectivo.
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