La ansiedad y el aumento de la irritabilidad son los mejores amigos.
A veces una persona se queja de que todo la vuelve loca, y luego descubrimos que la razón radica en una mayor ansiedad personal.
¿Como funciona?
La ansiedad incita a la tensión CONSTANTE.
La tensión consume recursos.
Sin recursos, una persona se siente agotada.
Cualquier acción, incluso la simple concentración, requiere más esfuerzo y tiempo.
El agotamiento provoca irritabilidad.
La ansiedad incita a la impotencia.
La mayoría de la gente no sabe cómo salir de la ansiedad, se siente abrumadora.
La impotencia provoca irritación, porque a nadie le gusta sentirse inútil y débil.
La ansiedad incita a los problemas de comunicación.
Puede ser difícil para otras personas entender el problema de una persona ansiosa.
Y no siempre es porque son ignorantes o insensibles, sino porque a menudo la persona ansiosa no puede formular claramente qué está sucediendo exactamente y por qué se “siente mal”.
Cuando no nos entienden, es irritante.
La ansiedad no la deja satisfacer sus necesidades.
Desperdicia toda su energía en el control sin sentido, la tensión, los intentos frenéticos de mantener el equilibrio. Así que simplemente no queda más energía para cumplir sus deseos, alcanzar metas y satisfacer sus necesidades.
Las necesidades reprimidas causan irritación.
La ansiedad sobrecarga la cabeza.
Pensamientos recurrentes, desplazamiento a través de situaciones, fantasías aterradoras: todo esto es como un carrusel loco que no se puede detener.
Esta masticación mental provoca insomnio, confusión en la cabeza, dolor y dificultad para concentrarse. Imagine que vive constantemente en una habitación desordenada, chocando con una cosa u otra.
Por supuesto, es molesto.
Si nota una mayor irritabilidad en usted misma, verifique dónde se encuentra con la ansiedad. Lo más probable es que descubra que realmente le falta calma y estabilidad.
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