En un estado de ansiedad, por lo general no podemos mirar la situación de manera objetiva, averiguar lo que realmente está pasando o pensar racionalmente, y es por eso que nos resulta difícil “recomponernos”.
Esto sucede porque nos identificamos con la ansiedad, como si estuviéramos dentro de la situación.
Por lo tanto, para reducir la intensidad de las emociones, necesita separarse internamente y brindarse el apoyo adecuado.
Intentemos hacer esto.
Lo mejor es hacer este ejercicio en un estado de calma.
Recuerde una situación reciente que lo haya hecho experimentar una ansiedad intensa.
Recuerde sus sentimientos, sus pensamientos, lo que le estaba pasando a su cuerpo.
Ahora muévase a la posición del observador. Imagine que se está mirando desde afuera.
Ve a una persona ansiosa, alterada, preocupada.
Una persona que necesita apoyo en este momento.
Esa es su parte Ansiosa.
Es crucial recordar que la ansiedad no puede apoderarse de toda la personalidad (aunque puede que le den ganas de que así sea).
Siempre existe la parte que está extremadamente ansiosa y otra parte que es capaz de tomar el control y estabilizar su condición.
Volvamos a observar la parte ansiosa.
¿Qué necesita?
¿Cómo puedes mostrar simpatía por ella?
¿Cómo puede apoyarla?
¿Cómo puede mejorar su estado?
Intente responder a estas preguntas (es mejor que escriba las respuestas).
Ahora hagamos una hoja de ayuda para calmarse en caso de ansiedad.
La primera parte de la hoja de ayuda incluye palabras de apoyo.
Por ejemplo:
“Te escucho. Sé que te sientes mal en este momento. Estoy contigo. Estoy sosteniendo su mano. Superaremos esto, todo estará bien. Deja que te ayude”.
Se dirá estas palabras cada vez que se sienta abrumado.
La segunda parte de la hoja de ayuda es un algoritmo de acciones.
Debe incluir técnicas que le ayuden a aliviar un ataque de ansiedad.
Por ejemplo:
– respiración;
– práctica corporal;
– práctica cognitiva;
Para armar su “botiquín de primeros auxilios”, debe probar diferentes actividades que reduzcan la ansiedad y elegir las que más le convengan.
Para resumir. Al final del ejercicio, debe tener una hoja de ayuda que contenga palabras de apoyo y un plan de acción.
¿Cómo usa su hoja de ayuda?
Cuando llega un ataque de ansiedad:
– “Sepárese”
– Entre en la posición del Observador (una figura tranquila, firme y amigable)
– Observe su parte Ansiosa
– Siga su hoja de ayuda
Comience a practicar esta técnica hoy, domine la habilidad para moverse a la posición del observador de apoyo hasta que se vuelva automática.
Y luego, en tiempos de crisis, le resultará bastante fácil apoyarse y estabilizarse.
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