Sabemos lo difícil que es vivir con un aumento de la ansiedad, especialmente cuando, además de tu constante tormenta interna, también tienes una tormenta externa de eventos. Pero también sabemos que una persona es capaz de manejar su ansiedad y estrés incluso en los momentos más difíciles.
Aquí hay algunos rituales matutinos que te ayudarán a reducir gradualmente tus niveles de ansiedad de fondo y te cargarán de energía.
1. Despertar consciente
Inmediatamente después de despertar:
– Mide tu pulso;
– Escanea mentalmente tu cuerpo para ver si hay tensión o pinzamientos; si lo hay, relaja estos puntos;
– Realiza 10 respiraciones profundas imaginando que inhalas y exhalas con todo tu cuerpo.
Solo después de eso, puedes tomar tu teléfono (por cierto, es mejor si no lo tocas durante la primera media hora después de despertarte) o levantarte.
2. Pensamientos matutinos
También es mejor hacer este ejercicio inmediatamente después de despertarte, antes de que tu cerebro se ponga a trabajar. Escribe de 5 a 10 palabras o pensamientos al azar que tengas en mente. Si hay más, escríbelas todas.
Esta práctica te permite descargar el cerebro, para eliminar los desencadenantes excesivos.
3. Masaje de frotamiento
Después de la ducha matutina, ASEGÚRATE de frotarte bien todo el cuerpo con las manos para que se ponga cálido (o incluso caliente). Si no te gusta frotar, puedes usar palmaditas: toca todo el cuerpo primero de abajo hacia arriba y luego de arriba hacia abajo. Las personas ansiosas a menudo experimentan una falta de conexión con su cuerpo. Este ritual te ayuda a “recuperarte” y te da una sensación de estabilidad.
4. Planificación del día
Nuestro cerebro ansioso ama la planificación. Cuando hacemos una lista de cosas por hacer (y luego las tachamos), producimos dopamina. Entonces, en lugar de actualizar las noticias para ver qué sucedió durante la noche, dedica 5 minutos a escribir tus objetivos clave para el día. Debes incluir puntos sobre el cuidado personal y la diversión en tu plan.
5. Color de humor
Cada mañana elige tu color de humor (no debes elegir gris, marrón o negro). Por ejemplo, hoy eliges amarillo. ¿Con qué lo asocias? Puedes asociarlo con alegría, calidez, amabilidad, etc. Durante el día, debes tener en cuenta que tu color de humor para el día es amarillo y monitorearlo: ¿sigue siendo brillante o está comenzando a oscurecerse y volverse marrón? Si ves que el color de tu estado de ánimo se está desvaneciendo, busca un ancla: busca objetos amarillos a tu alrededor. Recupera tu color.
Y asegúrate de utilizar los complejos completos de prácticas corporales de nuestro curso Cuidados. Toman de 3 a 5 minutos y te ayudan a regular el equilibrio emocional.
Puedes encontrar el curso Cuidados en la sección de Cursos.
Ayúdanos a crecer en Instagram 👇
