Cuando vemos que las personas cercanas a nosotros no se cuidan bien y realizan acciones que potencialmente podrían arruinar su salud o amenazar su vida es muy difícil no interferir.
¿Qué hacer en estas situaciones?
En primer lugar, hay que averiguar los verdaderos motivos y definir quién es el verdadero perjudicado o el que experimenta el malestar a causa de las acciones de tu allegado.
Irene regaña a menudo a su marido Alex porque no cuida su salud: come fritos y no va al gimnasio a pesar de todos los esfuerzos y sermones de Irene sobre los peligros del sobrepeso. Se pelean mucho por este motivo. Irene es una preparadora física. Su IMC es perfecto, es vegetariana desde hace 10 años y, en general, cuida muy bien su cuerpo.
Irene afirma que le preocupa la salud de su marido, pero también admite que le gustaría verle más en forma – “¿qué dirán los demás?”. Resulta que Alex e Irene tienen ideas muy diferentes sobre cómo “debe ser” un cuerpo. Entonces, ¿a quién le importa Irene en realidad?
A veces el punto de la cuestión no es el hecho de que tu persona cercana no se cuide, sino el hecho de que ambos tengan puntos de vista muy diferentes. Pero, ¿por qué debería alguien vivir según las ideas de otra persona?
Alina participa en carreras de motos. Cuando conoció a Keegan, ya había ganado algunos campeonatos y no iba a detenerse ahí. Las carreras son una parte integral de su vida. Sin embargo, Keegan cree que montar en moto es un comportamiento casi suicida – puede pasar cualquier cosa, y Alina, por cierto, ya ha tenido lesiones. Insiste en que ella deje el deporte y encuentre un pasatiempo más seguro.
Keegan no considera que el deporte del motor sea muy importante para Alina. Su argumento sobre la seguridad no puede superar el argumento de ella sobre el propósito de su vida. Keegan no tiene en cuenta sus prioridades y objetivos vitales. Si él no entiende esto, será difícil para esta pareja desarrollar su relación.
Si en tu preocupación por un ser querido percibes motivos personales – entonces inmediatamente será más fácil de sobrellevar, porque entonces este es TU problema, no el de ellos.
Hay otra posibilidad: tu ser querido se está haciendo daño de verdad y tu no puedes quedarte sentado/a y observar.
En los últimos seis meses, Troy ha experimentado algunos acontecimientos vitales difíciles: la muerte de un amigo cercano, la enfermedad de su padre y un despido del trabajo. Ha empezado a beber alcohol con mucha más frecuencia que antes. Su novia Kate sospecha que Troy está deprimido y está muy preocupada por él.
También en este caso es importante entender que no podrás vivir PARA otra persona y tomar decisiones por ella. No puedes ser responsable de otra persona, ni siquiera de la más querida y amada. Sin embargo, puedes proporcionar el máximo apoyo y ofrecer ayuda, quizás más de una vez.
Apoyo significa que envías un mensaje de que “veo y entiendo que es muy difícil para ti ahora. Estoy de tu lado y quiero/estoy dispuesto/a a ayudarte”. Esto tiende un puente hacia la parte “sana” del ser querido y puede que solicite tu ayuda.
Si todo lo demás falla, tendrás que aceptarlo y definir por ti mismo lo que vas a hacer con esta situación. No con tu pareja, sino contigo mismo.
Cada persona tiene derecho a elegir su forma de vida y cómo comportarse. Aunque te parezca que sabes cómo debe vivir la otra persona, lo más probable es que sólo sea tu opinión, y que debas lidiar con ella por tu cuenta.
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