La decepción es un estado emocional negativo que tiene varios componentes. Entre ellos están la frustración, el arrepentimiento de que algo no se hizo realidad, el resentimiento y la amargura por las esperanzas arruinadas y las expectativas no cumplidas…
Muchas personas se sienten así en este momento. Si tú eres uno de ellos, echemos un vistazo más de cerca a este sentimiento desagradable. Intentaremos entender qué hacer al respecto.
Diferentes personas pueden experimentar decepción por diferentes razones. Muy a menudo, es una combinación de las diversas causas que enumeramos a continuación.
1. Expectativas fallidas.
Si estás decepcionado, lo más probable es que esperabas obtener algo y no lo recibiste. Pero pregúntate: ¿de dónde provienen estas expectativas? ¿Había alguien obligado a cumplirlas? ¿Por qué?
Las personas son diferentes. Cada persona tiene sus propias experiencias de vida e ideas sobre lo que está bien y lo que está mal. Sus valores pueden no coincidir con los tuyos. Pueden tener su propia visión del mundo y sus propias opiniones sobre los eventos que tienen lugar.
Quizás, algunas situaciones te parezcan muy obvias. En otras palabras, piensas que deben interpretarse solo como tú las ves, no hay otra interpretación posible. Pero otras personas pueden pensar de la misma manera sobre su punto de vista y sus argumentos, que son muy diferentes a los tuyos. Esperar que otras personas se comporten de acuerdo con tus ideas sobre cómo deberían ser las cosas es bastante superfluo.
2. Pensamiento dicotómico.
Aquí es cuando todo se percibe como extremos: blanco o negro, bueno o malo. Pero, ¿hay muchas situaciones que se puedan definir tan claramente? No lo creemos así. Entre el blanco y el negro hay muchos medios tonos y matices, entre buenos y malos, también. Pensar que algo debe solo ser bueno o malo es algo infantil.
3. Percepción equivocada del mundo.
Tal vez, tienes una idea de que el mundo debería ser justo. ¿Por qué debería serlo? ¿Quién prometió que sería así? En este mundo ocurren terribles injusticias. Negar esto significa ser lastimado una y otra vez por la realidad circundante.
4. Equiparas a las personas con sus acciones.
Una persona está enojada, ¿significa esto que es una persona malhumorada? Un estudiante obtiene una F en una clase, ¿significa esto que es un perdedor? El gato de tu tía te cae mal, ¿significa esto que no te gustan los animales?
5. Generalizaciones.
“Todas las personas: <inserta tu creencia>”, “Todos los representantes de alguna nacionalidad, profesión, edad o género: <inserta tu estereotipo>”.
Todas las personas son diferentes. Si tiendes a generalizar, la decepción es inevitable.
Entonces, ¿cómo lidiar con este sentimiento corrosivo?
En psicoterapia, es importante aprender a mover el enfoque de otras personas hacia uno mismo. Esta es una habilidad muy importante que te permite aprender a no transferir tu responsabilidad y la de tu condición a otras personas.
Lo mismo se aplica a la decepción.
○ Trata de replantear tu frustración enfocándote en ti mismo. No pienses en las personas, sino más bien piensa en qué actitudes tienes con respecto a otras personas y al mundo en su conjunto.
○ Separa las acciones de las personas de ellas mismas, no generalices. Obsérvate a ti mismo y observa con qué frecuencia usas las palabras: “todo”, “nadie”, “nunca” y “siempre”.
○ Quítate las gafas color de rosa. Ser un idealista conduce al dolor. Sí, el mundo es injusto. Están sucediendo diferentes cosas en él, tanto buenas como malas. Si sabes esto, no te frustrarás cada vez que las cosas no salgan como “deberían”. Estar triste es una cosa, estar decepcionado es otra.
○ Acepta que las personas son diferentes y experimentan situaciones estresantes de manera diferente. Si una persona no se comporta como esperas, solo significa que no se comporta como esperas. Según lo que veas, puedes decidir si deseas mantener una relación con esta persona o no. Es tu elección. Pero las demás personas no te deben nada, al igual que tú no les debes nada a ellas.
○ No te quedes pensando en lo que pasó. Pase lo que pase, no es el fin del mundo. Necesitas verlo como una experiencia que te enseña algo nuevo.
No dejes que las creencias negativas envenenen tu vida. Aceptar la vida tal como es, es un rasgo de una persona madura. No idealices y no menosprecies. La realidad es multifacética y no es en blanco y negro. Siempre ha sido así, y así seguirá siendo.
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