¿Quién de nosotros nunca se ha subido al columpio emocional?
Experimentar una ruptura se asocia especialmente a menudo con cambios de humor intensos.
Un día tiene un deseo ardiente de empezar una nueva vida y no volver a pensar en esa persona, y al día siguiente llora desconsoladamente porque la extraña y no sabe cómo seguir adelante.
Aquí hay algunos pasos simples y útiles para ayudarlo/a a estabilizarse.
Paso uno: legalizar el columpio
Deje de castigarse por eso, de culparse, deje de pensar que no es normal. Una parte suya está sufriendo mucho y tratando de sobrellevar el dolor. Esta parte necesita su apoyo, comprensión y aceptación.
Dese el derecho de experimentar diferentes estados, diferentes estados de ánimo. Sin juzgar.
Paso dos: póngase en la posición de fuerza
Sí, todas sus emociones y estados son legales, normales.
Pero es más fuerte y más grande que ellos.
Usted puede elegir:
– qué tan profundo se sumerge en ellos;
– cómo responde;
– qué espacio les asigna;
Permítase experimentar emociones complicadas, pero no se abrume.
Paso tres: prepárese para los días difíciles
Al pasar por una ruptura, es casi imposible evadir el momento difícil cuando se siente horriblemente sin ninguna razón en particular.
Sabiendo esto, puede prepararse para esos días a fin de superarlos más fácilmente.
Averigüe exactamente cómo se apoyará a sí mismo/a: a quién llamará, qué hará para distraerse, qué libros, citas o películas reconfortantes verá/leerá.
Haga un plan en caso de que el columpio colapse.
Paso cuatro: analizar
Observe cuidadosamente cuándo empeora y cuándo mejora. Y use la opción de “rebobinar”.
Se siente bien ahora, ¿qué estaba pasando antes de eso? ¿Qué desencadena emociones positivas en su interior?
O, por el contrario, se siente mal. ¿Qué pasó antes de eso?
De esta manera, se dará cuenta de que existen ciertos factores desencadenantes y es mejor sortearlos, pero también hay cosas que tienen un impacto positivo en su condición.
Paso cinco: permítase ser feliz
Incluso en los momentos más oscuros de nuestras vidas tenemos días brillantes ocasionales. Y hay que poder disfrutarlos. Después de todo, es muy fácil arruinar nuestra propia felicidad con pensamientos como: “En realidad, me siento muy mal, ¿por qué estoy tan feliz?”, o “No debería tener estos sentimientos ahora”, o “Me siento bien ahora, así que algo malo definitivamente sucederá más adelante”.
Ábrase a lo positivo, aumente su felicidad (de la misma manera que aumenta su dolor o miedo en tiempos oscuros).
Recuerde que el dolor no durará para siempre. Y cuanto más consciente sea de sí mismo/a, más rápido pasará este período de ruptura.
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